viernes, 20 de mayo de 2011

LA PROFESIONALIDAD DEL DOCENTE UNIVERSITARIO DESDE UNA PERSPECTIVA HUMANISTA DE LA EDUCACION

La misión de la Educación Superior, a decir de Viviana Gonzáles Maura, es formar profesionales responsables, competentes y comprometidos con el desarrollo social. Este nuevo norte implica la concepción de un profesional “sujeto” independiente, creativo y altamente motivado en la búsqueda constante de soluciones a problemas de su profesión.

Para “dar a luz” a este particular profesional, es imperativo que la universidad forme a los estudiantes de manera integral, incorporando a la currícula formal de conocimientos y habilidades, una persona co-responsable de su propio desarrollo.

Sin embargo no se puede hablar de la universidad y sus retos actuales, sin dedicarle un espacio a los docentes, como articuladores del proceso de enseñanza-aprendizaje. Y la primera cuestión que debiera encontrar una respuesta es, ¿si los actuales docentes están en condiciones de hacer frente al reto?

En efecto, la corriente tradicional de formación académica hasta bien entrado el siglo XX, no permitía un desarrollo integral del estudiante, sin embargo surgieron otras corrientes como el constructivismo que propiciaron un cambio en la formación del estudiante actual.

La corriente constructivista, dice que el aprendizaje debe concebirse como un proceso de construcción de conocimientos, habilidades y factores motivantes en condiciones de interacción social, basado en la experiencia del propio individuo y el grupo al que pertenece; la suma de estos factores dará como resultado un elevado grado de desarrollo personal.

En este modelo de aprendizaje, el sujeto debe asumir un papel activo para construir su propio conocimiento, lo cual traerá aparejado el aprendizaje, también, de valores y sentimientos que modificarán su comportamiento y su conducta.

Por otra parte, el docente en relación con la enseñanza, se convierte el guía – orientador, que debe crear las condiciones y situaciones necesarias para que el estudiante se apropie del conocimiento y forme sus habilidades de manera responsable y creativa.

La corriente constructivista, genera un proceso de enseñanza – aprendizaje, que incorpora en los contenidos de enseñanza no sólo los aspectos formales del conocimiento, sino ante todo los valores y la motivación que moverá a la acción.

Esa acción de la que se habla, plantea espacios dinámicos, participativos, problematizadores, analíticos, críticos y reflexivos, que tienen como plataforma la concepción del trabajo en equipo. Es precisamente este trabajo, donde cada miembro asume ser responsable, independiente, coordinar y aportar para la consecución de las soluciones que tendrán su génesis en un abanico de alternativas que se discutirán en la propia plataforma.

El modelo constructivista, también se ha ocupado del aspecto fundamental de la evaluación, que necesariamente debe responder al criterio de autocontrol, autoevaluación y corresponsabilidad del estudiante.

Esta línea matriz ha sido explicitada en la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI, con el principal propósito de mejorar la calidad de enseñanza en las universidades y la capacitación del personal docente, para lograr el objetivo se debe considerar lo siguiente:

  • La Educación Superior debe formar estudiantes para ser ciudadanos informados, motivados, críticos y analíticos, con capacidad de dar soluciones y asumir responsabilidades sociales
  • El elemento clave deben ser los docentes, con una nueva visión, que les permita tener estudiantes con iniciativa propia
  • Las herramientas fundamentales del docente serán: la innovación permanente, la investigación y la enseñanza
  • El modelo de investigación-acción colaborativa formará docentes investigadores, con el propósito de propiciar la mejora de su práctica educativa
  • El docente investigador–actor, es agente de su propio cambio (Pine, 1984)

El docente competente del siglo XXI, no solo debe conocer la ciencia sino también la teoría y la metodología de la psicología y la pedagogía contemporánea, pues su reto es formar al hombre para la vida.

Bibliografía

Aranda Manrique, Pablo (2011) El docente humanista

No hay comentarios:

Publicar un comentario